La Retribución Flexible es un tipo de remuneración que permite al empleado o empleada destinar hasta el 30% de su salario bruto al consumo de determinados productos o servicios a un precio inferior al del mercado. Al pagar desde su salario bruto, la persona consigue una exención fiscal total o parcial que le permitirá evitar o reducir, respectivamente, el IRPF a pagar por estos productos y servicios. En otras palabras, las ventajas de la Retribución Flexible se traducirán en un ahorro importante cada mes que se transformará en un salario disponible mayor, que puede suponer un aumento del 15%.
Más del 70% las empresas ya apuestan por la Retribución Flexible como mecanismo para mejorar las condiciones de sus equipos. Este tipo de retribución tiene una triple ventaja: permite mejorar el salario disponible de la plantilla, no aumenta los costes salariales y mejora de la motivación y bienestar de la plantilla. Además, la empresa consigue también deducirse del Impuesto de Sociedades todo el dinero destinado a Retribución Flexible, ya que se considera también remuneración deducible.